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Trent Reznor trabajaba como personal de mantenimiento en un estudio de grabación. Lo que le permitía, durante los periodos de descanso, preparar sus maquetas. Trent había decidido emprender el camino en la industria musical en solitario, tras haber ido acumulando fracasos en las distintas formaciones en las que había participado previamente.
Poco a poco, el trabajo fue tomando forma y aquellas maquetas tomaron cuerpo, se estaba gestando su ópera prima, y uno de los discos que más influencia tendría en la nueva orientación que tomaba el metal, una vía más experimental, apoyado en teclados y sustentado bajo en una atmósfera industrial. Estaba naciendo Nine Inch Nails, o lo que es lo mismo, el grupo de Trent Reznor.
En 1989 todas aquellas horas invertidas en las maquetas, y en su obsesión por conseguir sonidos nuevos daban como resultado el disco de debut: Pretty Hate Machine. Trent Reznor aparecía como único miembro activo del grupo, como un dios que controlaba todo: letra, multinistrumentalista y productor. Y este 'pequeño Adán' era su primera creación.
La obra se compone de diez cortes donde el desasosiego, la desesperanza, soledad se advierten no sólo en la letra si no también en las melodías, en especial en la estremecedora balada 'Something I Can Never Have' donde los teclados dibujan la tristeza de Trent, mientras el cantante se martiriza por el amor perdido y los recuerdos que dejó atrás.
Otras joyas que podemos encontrar en el debut de Reznor en la industria musical son: 'Lie', 'Head Like A Hole' y 'Sin' temas que destacan por la agresividad, el uso de los sintetizadores, sámplers, y de las nuevas tecnologías aplicadas al rock. El rock y el metal firmaban un nuevo capítulo, una fase moderna salpicada por los sonidos industriales.
Influencia de Reznor
La capacidad para crear de Reznor: imaginativa, diferente y novedosa, supuso una legión de fans y una nueva manera de orientar el metal. Como productor empezó a reclutar nuevos grupos para su recién creado sello, Nothing Records, el primero había sido obviamente Nine Inch Nails, el segundo fue un joven que solía recitar poesías, y hacer junto a su banda unos espectáculos que no dejaban indiferente a nadie, su nombre era Brian Hugh Warner, y era el vocalista de Marilyn Manson.
Maestro y aprendiz iniciaban el camino juntos, una senda de éxitos, amistad y enfrentamiento que marcarían la nueva etapa del metal. La era industrial.
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