El 16 de agosto de 2010 era presentado mundialmente el decimoquinto disco de la banda de heavy-metal británica, Iron Maiden.
El grupo que nunca descansa
Tras el A Matter of Life and Death de 2006 y la maratoniana gira de más de un año, denominada Somewhere Back In Time World Tour, que se inició en el 2007 y en la que todos los temas interpretados durante la misma eran anteriores a la década de los 90; como si el tiempo se hubiera detenido para el sexteto británico. Pero el reloj no se paró, y la formación fue elaborando en un nuevo disco.
The Final Frontier
El nuevo trabajo consta de diez temas, con la temática del espacio y la ciencia-ficción como argumentos principales y una duración de más de 76 minutos. El más largo de su amplia discografía.
El primer corte invita a la sorpresa: ‘Satellite 15…The Final Frontier' tiene un extraño inicio a base de percusión, que se alarga hasta que aparece la voz de Bruce Dickinson para después, de manera abrupta, comenzar con la segunda parte de la canción, de esta chocante carta de presentación. Este tema de entrada, que comparte título con el disco, fue elegido como primer single.
Tras el experimento inicial, el resto del álbum se mueve a través de los parámetros marcados por el grupo en los últimos años, tras el acoplamiento del tercer guitarrista. Estos hacen que las melodías suenen pletóricas, como en los cortes ‘Isle Of Avalon’ o ‘Starblind’; los mejores del disco junto a la balada ‘ ‘Coming Home’.
Iron Maiden ha vuelto con un gran disco, que tiene aspectos y sonidos diferentes, y esperemos que siga así; porque en algunos fragmentos de las letras, se vislumbra un amago de despedida que esperemos que se quede en una licencia literaria, ya que el heavy metal nunca tuvo mejor bandera que la de la 'doncella de hierro'.
Esta crítica del álbum, fue publicada por la web Gazeta20, en octubre de 2010.